En la casa de los abuelos
En la casa de los abuelos ocurren cosas mágicas. Una vez estábamos todos durmiendo cuando de repente se oyó un ruido que daba miedo. Era un aullido de un gran lobo gordo que se llamaba "abuelo Juancho".
Tenía mucha hambre y quería bastante comida. En el patio teníamos muchas aves: pavos, gallinas y dos puerquitos, además dos patos y un ganso que se llamaba Valentino.
El lobo quería morderlos pero teníamos un guardian que era un zorro que tenía por nombre Don Mario. Era de color negro y solo se le veían los ojos. De repente, apareció el cazador. Era un poco pequeño, pero muy valiente. Se llamaba David. Los dos hicieron huir al lobo gordo, de esta manera todos pudimos dormir tranquilos y ser felices en las vacaciones con mis abuelos.
La media luna
Había una vez, en un lejano reino, una joven que solía ir a su jardín todas las noches. La joven se llamaba, Ángela, una chica muy querida por todos.
Un día Ángela fue a su jardín y vio lo bello que era ser una joven, la luna nueva se podía ver mejor, no como otras mujeres que la miraban con amargura.
Ella veía que la luna le hablaba y le decía "vive la vida y no la dejes..."
Esto pasó todas las noches hasta que Ángela quiso vivir la vida de forma extraña.
Ella se casó y tuvo un esposo con quien acudir al jardín. La luna presenció todos los momentos mágicos y los vivió junto a ellos.
Desde ese día la luna se convirtió en su amiga inseparable, a quien contaba todos sus secretos.
NICOLÁS TIENE DOS MAMÁS
Nicolás es un pequeño que en vez de tener un papá y una mamá, tiene dos mamás. Sus compañeros de clase no lo sabían y gracias a la celebración del día de la madre se enteraron de ello y ayudan a Nicolás a hacer un regalo para cada una de sus mamás.